Cuando llegué al Instituto Aleces, como siempre que suelo emprender nuevos vuelos de aprendizaje, iba con la pretensión de encontrar herramientas nuevas para complementar la calidad de las terapias que ofrezco. Carmen y Mario, las observadoras y los tutores, nos han acompañado al largo de 2 años, con dedicación y calidad, para ofrecernos la esencia del método que han creado, el Método Aleceia.
En su modelo, el terapeuta es un acompañante de la experiencia del cliente, simplemente está a su lado para sostener amorosamente con diferentes herramientas basadas en la atención plena y facilitar el tránsito hacia la recuperación, asentando las bases de la observación, reprocesar las experiencias traumáticas, hasta llegar a la integración y sanación de lo que está en desorden.
¿Qué dice la Neurociencia?
La neurociencia combina el estudio de la fisiología, anatomía, biología y psicología del sistema nervioso para ayudarnos a entender las propiedades fundamentales y emergentes de las neuronas. Nuestro cerebro está perfectamente diseñado para protegernos y sanar, siempre y cuando tenga las condiciones adecuadas para poder hacerlo.
En los espacios terapéuticos, la terapeuta es quien se encarga de crear el vínculo amorosamente necesario con su cliente para hacerle notar al cerebro que está en un espacio seguro, que en este espacio-tiempo, donde nos encontramos tu y yo, puedes estar tranquila y a salvo.
Para llegar a reprocesar es super importante nuestra relación – vinculo. Los profesionales que nos dedicamos al reprocesamiento del trauma somo co-responsables de propiciar la corregulación necesaria del SNC del cliente antes de entrar en la autorregulación, y para ello necesitamos afinar nuestras antenas de presencia y sintonía, pues son los ejes fundamentales del Método Aleceia.
Cuando nos sentimos en un ambiente de seguridad y calma, el cerebro puede reprocesar historias pasadas que quedaron enterradas en un intento inteligente de supervivencia. En las sesiones de reprocesamiento, en resumen, aprendemos a conectar con nuestro Ser Esencial para recuperar la soberanía de un YO interno coherente y organizado.