TERAPEUTA GESTALT

TERAPEUTA GESTALT

Reflexionando sobre los Cuidados

Cris

Cris

Terapeuta gestalt especializada en reprocesamiento del trauma y en acompañamiento psicológico a la salud sexual de la mujer. Hago consulta presencial en el Alt Empordà y también en formato online.

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En la comunidad que promueve Erika Irustra, S1S4, estamos aprendiendo a reflexionar sobre los cuidados. Entre otras muchas cosas, es una comunidad para los cuerpos que necesitan refugio, es un lugar de aprendizaje en el que mujeres sabias comparten contenido de calidad y en la que todas las personas podemos participar.

El caso es que ahora que ha pasado el 8M, hay que seguir apostando por poner los cuidados en el centro. Para el reciente día de la Mujer Trabajadora, yo no salí a la calle a manifestarme. Tengo el cuerpo entrecortado, entre la culpa y la escucha de mi coherencia interna.

Desperté con el teléfono lleno de felicitaciones y también de mensajes de mujeres que admiro sintiéndose, como yo, desmoralizadas. ¿Cuando ha pasado que una lucha que reclama la igualdad, dignidad y salud – en todos los sentidos- de los cuerpos precarizados se ha convertido en algo mainstream celebrativo? ¿En qué momento nos la ha colado así de tranquilamente la norma patriarcal? Leí por redes algo así como «si no puedo bailar no es mi revolución… si sólo voy a bailar es una fiesta«.

No critico a las miles de personas que salieron a las calles a reclamar su espacio, ni mucho menos, simplemente yo no sentí el llamado a hacerlo porque me parece incoherente con mi forma de entender la lucha feminista. Es una lucha, no es una celebración. Es un aprendizaje continuo, no algo que hemos de colonizar, ni mucho menos una meta que ya hayamos alcanzado. No es sólo apelar contra la violencia de género, ni tan siquiera es un #yositecreo, para mi el feminismo es un proyecto de vida en el que hemos de aprender, desarrollar y mantener un nuevo modelo de sociedad que termine con las relaciones de poder, dominio-sumisión y restaurar todo el daño generado desde la violencia visible e invisible. Digo invisible porque hay seres en este planeta que los leemos así, invisibles, porque tejemos una relación atroz con los recursos del planeta… y éste, es el modelo «normalizado». Estamos dando por normal la violencia que no se ve desde las estructuras de poder. Y por ende, los cuidados y la idea que tenemos de lo que es el cuidado, nos la hemos petado.

Marcela Morales Magaña, de Vulva Sapiens, nos habla de desmitificar los cuidados. Hay una necesidad urgente de sostener la vida: ¿Cómo el autocuidado puede ser palanca de cambio en una sociedad que vacía de contenido sistemáticamente todo movimiento revolucionario?, nos pregunta. Desde la romantización de los cuidados a los cuidados como bien de consumo, nos insta a abrir el debate para posibilitar prácticas de cuidado críticas y respetuosas con nuestros cuerpos y nuestras realidades buscando el cuidado colectivo y bienestar común. Parece ser que la idea de cuidado general, de autocuidado, no está reconociendo las profundas brechas de las diferentes realidades que habitamos este planeta.

Después de escuchar a Marcela me quedo con la comodidad incómoda del no saber, aprendiendo a habitar el problema porque aún no tenemos una receta que lo solucione. Sólo se que hay vidas que, muy a mi pesar, no parecen merecerse la vida ni el cuidado.

Fina Sanz Ramón en su libro El buentrato como proyecto de vida, nos pregunta cuándo y cómo nos han tratado bien, cuándo y cómo nos hemos tratado bien. Para poder desmitificar los cuidados primero necesitamos indagar sobre nuestra experiencia en relación a los mismos: ¿Qué he aprendido sobre el cuidado? ¿Cómo los defino?

¿Cómo es el contexto ampliado?¿Cómo son las periferias que sostienen les redes de cuidado? ¿Qué condiciones sociales podemos identificar que inciden en las prácticas de cuidado? Como seres que tejemos relaciones interdependientes, ¿quién define qué se cuida, cómo y porqué? El cuidado es todo aquello que hacemos para sostener la vida, observa lo amplio que es el asunto. El cuidado es tooodiiiito lo que hacemos para poder vivir en el mundo, implica el cuerpo, el entorno y si se dan las condiciones para poder habitar el cuidado o no se dan. Hay una parte que es responsabilidad individual y hay otra, no menor, que es responsabilidad colectiva…. y parece que las cuestiones colectivas nos vienen dadas, como si no tuviéramos derecho a decidir sobre ello. ¿En qué medida la reflexión y posicionamiento individual sobre los cuidados contribuye a perpetuar valores y prácticas dominantes?

Marcela en la comunidad S1S4, nos invita a ampliar los bordes, sugiriendo la revisión personal hacia la brecha, grande o pequeña, que una debe sortear para acercarse un poco más a lo que entiende por cuidados teniendo en cuenta la capacidad y el contexto en el que habita. Para ello es necesario antes de poner los cuidados en el centro, poner primero en el centro, y señalar, los obstáculos y formas hegemónicas que impiden que la Vida se sostenga ecuánimamente.

Sigamos la estela del 8M todos los días, revisemos, cuestionemos, con humildad o sin ella, cómo son las otredades y sus márgenes, para hacer la vida más sostenible.