Cada mujer diagnosticada del virus de papiloma humano es un universo en sí misma. Cada mujer tiene su historia, su vivencia y sus recursos para gestionarlo. Pero en lo que coincidimos todas es: ¿Por qué ahora?.
Entrar en el universo VPH es navegar en la incertidumbre, en la sospecha, en la soledad y en los mares de la vergüenza y la culpa. A mi me gusta hablar de mi experiencia, no por ponerme como ejemplo, simplemente porque siento injusto que algo que nos viene cuando menos esperamos tengamos que llevarlo en silencio por miedo a ser enjuiciadas.
A día de hoy se nos ofrecen dos alternativas para curar el VPH: intervenciones médicas (para mi gusto un tanto agresivas y paternalistas) o hacer vida normal y esperar que la marea se calme.
En mi caso, ante un diagnóstico poco claro y con la sugerencia de operar porque «es mucho mejor para quitártelo de encima.. piensa que antes se extirpaba todo y arreando» decidí averiguar dónde estaba la lesión.
Nunca me había visto el cérvix, realmente no sabía de qué parte del cuerpo estaba hablando y le pedí a la doctora que, por favor, me lo enseñara, quería ver la lesión y formar parte activa de mi curación. Es muy importante que en la medida de lo posible, sepamos de qué estamos hablando cuando una parte de nuestro cuerpo está enferma. ¿Te imaginas que te fracturas el codo y no sabes qué es un codo, dónde está, la forma que tiene, el tacto…¿Y por qué no es el mismo trato cuando se trata de cuidar nuestros genitales?
Es una enfermedad que vivimos con vergüenza por estar en una sociedad aún demasiado conservadora. Sea lo que sea que decidas, en serio, no lo vivas sola. Si necesitas ayuda para complementar el proceso médico, busca asesoría con alguna terapeuta experta de salud de la mujer.
Hay una parte del tratamiento que requiere paciencia y espera…. y hay otra en la que puedes formar parte activa de tu recuperación: trabajando tus emociones, cuidando tu estilo de vida, conociendo y explorando tu matriz. Si no sabes con quién, aquí me tienes. No te dejes sola en un rincón, no es necesario ni te va a ayudar en tu proceso. Hay vías complementarias que son sanadoras para este proceso y es un conocimiento que ya será tuyo para siempre.
En un estudio realizado por la Xarxa de Dones per la Salut, el VPH es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes. Un 70% de las mujeres sexualmente activas lo contraen y lo eliminan con la misma facilidad.
El 92% de las infecciones son superadas por el sistema inmunitario. El 8% que persiste tienen un desarrollo muy lento, unos diez años para producir lesiones precancerosas y otros diez, en la mayoría de los casos, hasta convertirse en cáncer de cuello de útero.
Recomiendo muchísimo no obviar los controles cada 6 meses, a pesar de que la ginecología esté tan colonizada por el patriarcado. Los controles exhaustivos van de la mano de cualquier acompañamiento complementario. Recuerda que es tu cuerpo, en serio, a veces se nos olvida delante de la bata blanca y tienes derecho a pedir todas las opiniones que necesites antes de decidirte por un tratamiento. Incluso, si en algún momento te sientes juzgada en la consulta es sano para ti poner un límite. Tus sentimientos son válidos, normales y legítimos.
El VPH necesita de unos condicionantes para despertar después de la infección. Te dejo unas pautas para orientarte pero recuerda que cada mujer es un universo y es mejor ser precavida con la información, ni todos los cuerpos son iguales ni todos los cuerpos necesitan los mismos cuidados, de ahí que sea tan importante pedir ayuda para no ser un objeto colonizado más:
- Revisa los niveles de cortisol. Cuando el cortisol está alto, las defensas bajan y eso hace que tu sistema inmune tenga un frente abierto más.
- Plantéate la necesidad de intervenir con la alimentación: eliminar el alcohol, el tabaco, carnes rojas en abundancia, embutidos y alimentos refinados. Reduce los lácteos, incluye frutas y verduras ricas en betacaroteno, vitamina C y ácido fólico en todas tus comidas principales. Estamos hablando de frutas y verduras de color rojo, naranja, amarillo y verduras de hoja verde. Depurar el hígado es positivo para ayudar al sistema inmunológico a trabajar mejor. El cuerpo es sabio, sabe qué debe hacer, nosotras sólo debemos facilitarle el trabajo. También te puedes apoyar en la herbolaria, para ello, podemos agendar una sesión y analizar mejor tu caso para encontrar las plantas de tu territorio que te puedan ayudar mejor.
- Y por último, tan o más importante, el abordaje emocional. Reprocesar las memorias traumáticas de nuestra matriz. En general un virus es una nueva información. Los virus aparecen cuando estamos en fase de solución de un conflicto emocional. Limpiar las memorias de la matriz requiere una participación activa por tu parte en el proceso. Es muy bonito cuando veo a las mujeres en consultar hacerse cargo de su sexualidad y abrazar su historia para que su sensualidad y sexualidad no se queden relegadas de nuevo en un rincón. Será por resonancia pero es de las sesiones que más amo acompañar.
Según la bioneuroemoción, en el caso del virus del papiloma humano, puede ser que exista o haya existido un conflicto en las relaciones de intimidad, especialmente en relaciones sexoafectivas, experiencias de contacto sexual vividas como sucias, no deseadas o por falta de contacto alineado con las propias necesidades. Cuando la situación conflictiva se ha resuelto, puede aparecer la lesión. (Amore, retomo este punto más abajo).
La reparación emocional de la vivencia traumática tendrá en cuenta el tipo de virus, la parte del cuerpo que se ha visto afectada, qué síntomas presenta en la persona infectada y el análisis de la historia personal. Si afecta al cuello del útero, tiene que ver con ‘frustración sexual, vivida con suciedad’. Si afecta a la vagina, pene o ano, tiene relación con ‘no estar en contacto con mi pareja’. Si afecta a la piel, sería un contacto no deseado o impuesto. Si hay verrugas podría ser un conflicto de separación puntual.
Recuerda que cuando aparece este virus el conflicto ya se ha (casi) resuelto
La matriz tiene 3 capas: miometrio (la capa de afuera), endometrio (la capa mucosa que recubre la pared de la matriz) y el perimetrio (la capa más interna que recubre la matriz). Todos los ciclos de vida y transformaciones repercuten en la matriz porque se ha descubierto que en ella tenemos neuroreceptores. Esto quiere decir que nuestra matriz, por decirlo de alguna forma, piensa. Está ligada al neocórtex, que es la estructura más «humana» del sistema nervioso, ya que es la región de la corteza cerebral relacionada con las capacidades que diferencian al ser humano de otros mamíferos, como por ejemplo, el lenguaje, la imaginación o la capacidad de abstracción. Toda estructura de pensamiento, ideas y relatos internos que tengamos, se plasman en nuestra matriz.
Volviendo a lo que dejé colgado antes, ¿cuántas mujeres conoces que no hayan tenido un conflicto continuado en el tiempo con su sexualidad, relaciones sexoafectivas y deseo sexual? La verdad que poquitas y eso es por la forma cómo hemos estado socializadas en relación a nuestra sexualidad, sensualidad y erotismo. ¿Por qué ahora hay tantos casos de VPH? Porque la sanidad se está poniendo las pilas y está haciendo más citologías que antes. Se han dado cuenta (por fin) que muchas de las situaciones ginecológicas graves que pueden derivar en cáncer, si se estudian y revisan desde edades tempranas, pueden atenderlas a tiempo. Sin más, si se dedica tiempo y dinero, se encuentran cosas si no, no. Fácil.
Del lodo nace el loto decimos las personas especialistas en reprocesamiento del trauma. No has hecho nada malo, ni haya nada de lo que avergonzarse. Apóyate en profesionales que no juzguen tus decisiones. Comparte tus experiencias con otras mujeres, habla de ello. Coloniza tu cuerpo y tu salud, física y emocional. El proceso pasará por diferentes fases desde la detección hasta quedar limpia.