El ritmo que nos propone este sistema es una danza a ciegas y, cuando nos movemos así, podemos estar perpetuando ciertas formas que no ayudan al bien común… ¿ Te imaginas que un montón de personas se hablaran abiertamente, pidieran ayuda y el trabajo en equipo fuera posible sosteniendo el equilibrio de todes y de los proyectos que sacamos adelante?
Aquí el compromiso se convierte en PRESENCIA. Y los tiempos que corren necesitan mucha presencia, en el territorio interno y en el territorio común. La necesidad de encontrarme con mi propia presencia me hizo entrar en ese universo de revisión personal. Y la necesidad de reivindicar los cuidados, la vida en el centro y los derechos de las mujeres me llevó a militar en distintos espacios no mixtos feministas.
Sin conciencia social no hay crecimiento personal y sin crecimiento personal no hay feminismo, éste es mi punto de vista.
¿Puedo darme el permiso de decir no llego a todo? ¿Puedo darle el permiso a alguien que necesita ser sostenido, que repose y se cuide? Esto es lo que me ha aportado este interesante punto de vista de un punto de vista..jejeje
¡Sí que puedo, sí!
Afortunadamente tengo una red de comadres y de clientas que son AMOR y me dan todos estos permisos. Y que hermoso vivir la relación laboral y terapéutica desde este sitio también. Porque hemos cultivado una relación de cuidados. Porque la tribu es importante.
Esto que estamos haciendo de ir «como pollos sin cabeza» no tiene sentido
Es responsabilidad de todas las personas de incidir en el aprendizaje propio y de los que vienen detrás para que podamos construir sociedades más conscientes, empáticas y hábiles en la escucha profunda y respeto por el propio cuerpo, así se puede caminar hacia el respeto de los cuerpos de otros seres, humanos, animales y vegetales. Y se incide desde el respeto y el compromiso con esa militancia.
Ahora puede ser que vaya de un tema a otro, pero verás que al final todo queda bien recogido y le da sentido. Donde vivo hay dos grandes problemas actualmente: L’Empordà se está quemando y l’Empordà está en venta a grandes multinacionales para hacer grandes parques eólicos (y a la vez un macro complejo para acoger Amazon pero también a la vez queremos defender el pequeño comercio local). ¿Queremos energías renovables? Sí, pero así no. Desde el pueblo hemos creado una asamblea para intentar combatir el tema de los parques eólicos y se ha abierto el debate de ESO NO VA DE PARTIDOS. Disculpadme pero todas estas decisiones que afectan al territorio SÍ van de partidos, no tengamos miedo de asumir que los ciudadanos de a pie también podemos hacer política. Que con los años y el sistema de organización social y económica, la política nos quede lejana, no quiere decir que no tengamos la posibilidad de hacer política. Podemos organizarnos y hacer presión. Organizar y ser ejemplo. Organizar y ser coherentes con el modelo de vida escogido. ¿No queremos cambio climático y dedicamos horas y horas en avión para desplazarnos a la otra punta del mundo?
No se me ha ido la olla, y tampoco mezclo cosas…
Cuando abres «la caja de mierda», te das cuenta de que está demasiado llena. Y entonces… ¿cómo lo hacemos? Pues regresando al cuerpo, a la conciencia, la presencia y el compromiso por habitar nuestro propio territorio: del cuerpo micro al cuerpo macro que somos todos los seres vivos que vivimos en este planeta. Hazlo como quieras: en micromilitancias, desde la cosmovisión azteca, sindicándote, haciendo aportaciones económicas, ayudando a dar visibilidad a proyectos pequeños interesantes o sintonizándote con la luna. Hazlo por favor, escucha tu micro y acompaña al macro con compromiso, coherencia y empatía.