Me llamo Cris y soy terapeuta gestalt especializada en reprocesamiento del trauma y salud sexual para la mujer.
Mi misión es acompañar la vida, ayudar a las personas a transitar su dolor para convertirlo en placer.
Durante mucho tiempo viví alienada de mi cuerpo y de mi esencia, tan siquiera me daba cuenta que había una parte de mí que vivía aislada del dolor. Por ese entonces trabajaba como educadora social con personas drogodependientes y necesitaba aprender herramientas para acompañar sus procesos. Lo que no sabía era que la afinidad que sentía con esas personas era porque yo también me sentía muy rota por dentro.
En mi búsqueda de herramientas me encontré con la terapia Gestalt, una puerta que se abrió para ofrecerme libertad. Aprendí que en cada rincón de mi geografía interna había un poco de dolor inconsciente y algo se liberaba cuando le daba la atención que se merecía. La cuestión de las herramientas quedó secundaria porque me encontré con un montón de ruido interno desordenado y unas cuantas piezas de Cris que no encajaban por ningún lugar.
El cuerpo siempre recuerda
Recuperé mis clases de danza, las había dejado por no encajar en un modelo de cuerpo normativo. Me abrí a la danza libre y me llevó a explorar todas estas piezas que estaba reencontrando para ver qué podía hacer con ellas. De repente me descubrí reconciliándome con mi lado mas femenino, sexual, animal, instintivo… explorando en mis redondeces encontré belleza.
Allí viví mi primer despertar, las piezas que había rechazado sistemáticamente y me habían alienado de mi esencia se estaban ordenando, creando una imagen coherente de lo que para mí era ser mujer. Mi yo de mujer adulta. Acogiendo mi yo de niña herida. Sosteniendo mi yo adolescente que no encajaba en el mundo. Tirando del hilo fui reparando mi herida de sentir que no pertenencia a este mundo como la mujer soy.
Descubrir una sexualidad nueva, alquímica y liberadora
Entonces se dibujó un segundo camino para mí: mi sexualidad.
¿Cómo reconciliarme con la otredad si era incapaz de sostener una relación amable conmigo misma? Bailé, bailé mucho, indagué en diferentes procesos y formas de acompañamiento. Cada uno de esos caminos fue sumando su propia medicina hasta que llegó la alquimia: el proceso de transformar el dolor en placer.
¿Cómo sería transitar las diferentes etapas vitales y todo lo que se mueve en ellas desde un lugar ligero, de aceptación, comprensión y gozo? En este nuevo lugar encontré tierra fértil, salud, vacíos que sostenían mi reposo, ciclos que mutaban a un ritmo natural y orgánico.
Desde esta presencia natural, jugando con los elementos de la tierra, he podido reconocer mi esencia y mis dones.
Acompañar con responsabilidad, valores y corazón
A lo largo de mi camino me he formado y sigo haciéndolo con consciencia, porque para mí es importante ofrecer un acompañamiento responsable, coherente y seguro a mis clientas.
Actualmente soy titulada en Terapia Gestalt y en Reprocesamiento del trauma con el Método Aleceia. Formada como Doula. Formada en Terapia Menstrual. Formada en Ginecología Autogestiva. Titulada en Educación Social. Formada en pedagogía sistémica para la intervención social. También soy Practitioner en Flores de Bach.
Esto es lo que tengo para ti
Si decides trabajar conmigo te propondré acercarte a tu cuerpo, tus emociones y tus pensamientos
de una forma distinta a la que nos han enseñado.
Vamos a trabajar juntas para alcanzar una nueva comprensión de tu historia personal
que te permita resignificar esos capítulos que te duelen o incomodan y aumentar tu estima propia.
También podremos explorar juntas posibilidades de reorganizar tu estructura de vida
siendo más fiel a tus ciclos y las necesidades que se manifiestan en ti en cada momento.
En definitiva, puedo acompañarte para que recuperes el poder y el control
sobre tu mapa corporal y tu mundo emocional.